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lunes, septiembre 18, 2006

 

De Maestra a madre


<>“La reflexión es el ojo del alma.”
J.B. Bossuet
<>José Miguel Rodríguez Ortiz, maestro de computación, josemiguel@lab.matcom.uh.cu, de la Escuela Primaria Ormani Arenado Llonch, No es costumbre pero esta directora merece el lugar de ejemplo: Madre de MAYRA VÍCTORES REGAL

Cuando decimos madre
vienen a la mente
muchas cualidades,
ternura, bondad, dulzura.

Ellas adornan con su belleza

toda la naturaleza.

Entregan a sus niños

todo el cariño

al punto que:

Van creciendo con el tiempo,

y para ellas siempre serán niños,

son las que están dispuestas
a sacrificarlo todo por los hijos,
son las amigas nobles

en quienes cualquier duda

puedes confiar.

Son los brazos
siempre dispuestos,

a abrazar y consolar.

Son las que saben amar

y también perdonar.

Son las que estando ausente,

siempre estarán presente.

Son las que te enseñan

la vida,
para que en cada sueño,
perdure para siempre,
la huella del camino enseñado.

¡felicidades mamá!

Los hijos

<>Los hijos no piden venir al mundo, son un tesoro que la naturaleza le concede a las mujeres. Necesitan abrigo, cariño, protección y sobre todo amor. Los padres queremos que sean como nosotros, pero ellos tienen su propia vida colmada de alegrías, tristezas, desdichas y emociones. Los padres siempre dicen: queremos lo mejor para ti y en ocasiones no sabemos como podemos ayudar. Pensamos que la ayuda es decirle alguna vivencia o hacerles comprender de nuestras experiencias. <>Si pretendes realmente mantener buena comunicación con ese ser nacido de tus entrañas, no trates de imponer tus puntos de vista, coméntaselos como una amiga, no pretendas entender todo lo que dicen, solo escúchalos y ofréceles seguridad y confianza, no lo censures y aconséjalo. No pretendas que cambie, acéptalo como es, con virtudes, defectos, acéptalo tal como es, porque lo que nunca él dejará de ser, es tu hijo.

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